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Documento de consenso sobre las recomendaciones para una correcta realización del monitoreo neurofisiológico intraoperatorio

En los últimos años se ha incorporado cada vez más como práctica habitual el Monitorización neurofisiológica Intraoperatorio (MNIO), que consiste en diferentes exámenes neurofisiológicos que se llevan a cabo en determinadas intervenciones quirúrgicas, cuando se considera que existe un riesgo de lesión del sistema nervioso central o periférico durante el acto operatorio. El procedimiento se realiza en el quirófano, desde el momento de la colocación del paciente en posición quirúrgica y bajo los efectos de la anestesia general y hasta la finalización de la intervención. Entre los exámenes que combina el MNIO, encontramos: potenciales evocados motores, potenciales evocados somatosensoriales, potenciales evocados de tronco encefálico, electromiografía libre, electroencefalografía convencional y mapeo central y periférico, entre otros. Su aplicación correcta reduce significativamente el riesgo de lesiones irreversibles y permite guiar la estrategia quirúrgica conforme a la información continuada y en tiempo real que proporciona.

La aplicación de la técnica, bajo indicación del médico cirujano, debe exigir la responsabilidad del médico que lo ejecuta. Sin embargo, el combate ha tenido conocimiento de que, en ocasiones, la está practicando personal no médico. Este hecho pone en riesgo tanto el cirujano, que trabaja sin una información fiable que garantice la correcta aplicación de esta técnica, como el paciente, que se expone a un mayor riesgo de sufrir una lesión neurológica que de otro modo hubiera podido evitar con un médico experto en la interpretación del MNIO.

El MNIO puede tener indicación en diversas cirugías realizadas por diferentes especialidades como son:

1) Neurocirugía: tumores cerebrales supra / infratentorial, tumores medulares, lesiones de fosa posterior, malformaciones arteriovenosas cerebrales o espinales, epilepsia, discectomía cervical anterior, artrodesis lumbares, estimulación cerebral profunda
2) Traumatología y cirugía ortopédica: discectomía cervical anterior, fusión cervical-dorsal-lumbar posterior, escoliosis, prótesis de cadera, cirugía de nervio periférico.
3) Otorrinolaringología / cirugía general: parotidectomía, tiroidectomía timpanoplastia.
5) Neurorradiología intervencionista: Embolizaciones de MAV cerebrales, medulares, y faciales.
6) Angiología y cirugía vascular: endarterectomía carotídea, aneurisma de aorta.

Hay que remarcar que la reproducibilidad y la fiabilidad de la técnica van íntimamente vinculadas al acto médico y, por ello, se requiere de un equipo médico multidisciplinar con un médico experto en el MNIO para reducir la yatrogenia. Los controles que el MNIO utiliza en sus intervenciones aseguran también la trazabilidad y fiabilidad de las mismas. Así lo han de reflejar los informes que se redactan de todas las intervenciones firmadas y conformadas por el facultativo que ha monitorizado el procedimiento.

De esta manera, es exigible la actuación presencial por parte de un facultativo, formado en neurofisiología intraoperatoria, ya que garantiza una aplicación correcta de la técnica, bajo la responsabilidad de un médico experto y la coherencia del acto médico que supone el MNIO. Por otra parte, permite acotar la responsabilidad de un profesional médico de la de otros en el acto diagnóstico y terapéutico. A la vez que protege el cirujano, también protege el centro donde presta sus servicios.

Por todo ello, el combate considera el MNIO como un acto médico complejo desde el punto de vista técnico e interpretativo del registro electrofisiológico que combina diversas áreas de la neurofisiología clínica. La pericia del médico en MNIO permite la toma de decisiones que condicionarán el acto quirúrgico, lo que implica un alto grado de responsabilidad clínica. El MNIO, como acto médico con indicaciones, diagnósticos y responsabilidad clínica debe ser realizado por un médico con formación en neurofisiología intraoperatoria.

Entendemos que tanto la creciente necesidad del MNIO, como la progresiva introducción de esta técnica médica, nos compromete a médicos y centros sanitarios a extremar su aplicación correcta para garantizar la seguridad y la calidad del acto médico.

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