El profesor, doctor y neurólogo Adolf Pou Serradell, ha fallecido a la edad de 77 años. Los que hemos tenido la suerte de conocerlo y trabajar con él nunca la olvidaremos, y su recuerdo siempre irá ligado a su enorme vitalidad y la extraordinaria pasión que profesaba para la neurología. Tampoco lo olvidarán los pacientes que durante su vida visitó y tratar y por quien el doctor Pou más que un médico era un sabio y un amigo.
Es difícil en pocas palabras resumir lo que el doctor Pou ha significado para la neurología. La mayor parte de su actividad profesional la desarrolló en el Hospital del Mar de Barcelona donde fue jefe de Servicio hasta su jubilación. Fue un maestro para todos, pero no sólo por sus inalcanzables conocimientos médicos, sino también por sus cualidades humanas, por su actitud vital y por su extraordinaria capacidad de contagiar a todos su entusiasmo. He oído a más de un compañero neurólogo comentó que la pasión que el doctor Pozo mostraba en las clases que impartía en la universidad fue uno de los factores determinantes para escoger la especialidad.
El doctor Pozo también era un apasionado de la investigación clínica y, aunque de la neurología le interesaba todo, eran las enfermedades neurológicas raras y la patología neuromuscular las que atrajeron más su atención. Autor de numerosos artículos y libros sobre diferentes temáticas neurológicas y galardonado con numerosos premios, entre ellos el de la excelencia profesional del COMB, siempre fue un participante muy activo en las diferentes reuniones de las sociedades científicas nacionales e internacionales a las que regularmente asistía. Una de sus mayores satisfacciones era presentar sus trabajos a las reuniones de la Sociedad Francesa de Neurología en el Hospital de la Pitié-Salpêtrière en París, donde era reconocido y respetado.
El recuerdo de su inmensa personalidad y de su manera de vivir la medicina quedarán para siempre como modelo a seguir para todos aquellos que lo conocimos, apreciar y respetar.