El pasado jueves día 6 de junio, murió Jacint Reventós i Conti, en su casa de Sant Gervasi, rodeado de sus tres hijos, Ana, Cinto y María. Tenía, finalmente, la muerte que siempre había dicho que le gustaría tener, lejos, sin embargo, de los hospitales a los que había dedicado toda su vida profesional.
Como escribe él mismo en sus memorias: "Nací en Barcelona en noviembre de 1928 en el seno de una familia acomodada. Mi padre era un médico muy conocido en Catalunya, uno de los iniciadores de la especialidad de Tisiología en el país, y gozaba de enorme prestigio social.” El padre, Cinto Reventós i Bordoy, fue concejal y diputado provincial, y colaboró con Prat de la Riba en la Mancomunitat en la organización de la sanidad catalana. Siempre nos recordaba, también, que su abuelo, Isidre Reventós i Amiguet, había firmado las Bases de Manresa.
A comienzos del siglo XX, el padre de Cinto y uno de sus hermanos, de nombre Ramón, eran asistentes habituales de las tertulias del café Els Quatre Gats, donde iniciaron una gran amistad con muchos de sus componentes artistas e intelectuales, como Santiago Rusiñol, Ramón Casas, Pablo Picasso, Eugeni d'Ors, Pablo Gargallo, Joaquim Sunyer, y otros. Su infancia transcurrió sin demasiados sobresaltos, salvo el bache que representó para todos la guerra civil española.
Los recuerdos de aquellos años los plasmó, conjuntamente con su primo Joan Reventós, en un libro que lleva por títul Dos infants i una guerra, en el que los autores nos presentan sendos relatos de cómo vivieron la guerra civil española, desde los dos lados, en los que, por diversas circunstancias, les tocó pasar los tres años que duró. Con los antecedentes que ya he mencionado, no es extraño que Cinto decidiera estudiar Medicina, al tiempo que su vida se vinculaba para siempre el arte y los artistas, además de hacer siempre patente su catalanidad en cualquiera de los ámbitos en que se movía.
Una vez licenciado, y con los antecedentes de la especialidad que tenía su padre, decidió formarse en cirugía torácica, especialidad médica emergente en aquellos momentos que, a diferencia de ahora, también incluía la cardiaca. Se vinculó a cirujanos conocidos que, desde la cirugía general, estaban yendo hacia esta subespecialización, como lo fueron en San Pablo, Tomás Lorenzo, discípulo de Corachán, o el doctor José Masferrer, a la Alianza. También trabajó intensamente con el doctor José Soler Roig en el Hospital de Sant Pau.
La inquietud por formarse mejor y de progresar en las nuevas técnicas de la cirugía torácica y cardíaca llevaron Cinto hacer varias estancias en centros extranjeros, primero en Francia - en Lyon, concretamente - donde trabajó con el profesor Paul Santy, en el Hôpital Eduard Herriot. Posteriormente, también hizo una estancia en el Centro Chirurgical Marie Lannelongue de París, donde pudo aprender los primeros conocimientos de la circulación extracorpórea experimental.
No fue hasta 1959 que decidió cruzar el Atlántico para continuar formándose en centros importantes de los Estados Unidos, Minneapolis, en el estado de Minnesota, fue su primer destino. Había contactado con el servicio de cirugía cardiaca del doctor Walton C. Lillehei, en el University Hospital. Allí, Cinto continúa su formación en cirugía cardíaca y torácica, pero también se vincula mucho a la investigación en el laboratorio de cirugía experimental. Posteriormente, una vez terminada su estancia en Minneapolis, completó esta formación con estancias más cortas en otros centros estadounidenses, como fueron la Mayo Clinic, el Presbiterian Hospital de Houston u otros hospitales vinculados a la Universidad Johns Hopkins de Baltimore o en la McGill University de Montreal, en Canadá ( ... ).