Dr. Josep López Batllori
(1926-2013)
Experto en diabetología y humanista. Trabajó en el Hospital de la Cruz Roja de Barcelona al Servicio de Dietética, del que fue director. Fue uno de los servicios pioneros en el que se instauró el tratamiento del enfermo diabético con la incorporación de una educadora dietista. Creó en Barcelona el Centro de Estudios Superiores de Nutrición y Dietética (CESNID).
Fue miembro activo de la Academia de Ciencias Médicas y de la Sociedad Catalana de Endocrinología y Nutrición, de la que fue vicepresidente y presidente. Formó parte-como vicepresidente-de la Sección de Médicos Jubilados del COMB y creó una entidad llamada “Pilarsolidari”. Fue un ejemplo para los amigos y conocidos.
Experto en
diabetologia y humanista
Natural de Barcelona e hijo del poeta y editor Josep M.
López-Picó. Estudió Medicina en Barcelona, donde se licenció en 1949. Durante
los estudios fue elegido representante de su curso para cualquier relación con
el claustro de profesores u otras gestiones que se tuviera que tener en cuenta.
En aquellos años de plena dictadura y prohibiciones de muchas libertades, al
terminar una de las clases teóricas se presentó en otras aulas para pedir la
participación de los estudiantes en algunas reivindicaciones académicas, lo que
le comportó ser conocido por muchos de los estudiantes de otros cursos.
A finales de los estudios se decantó por la endocrinología, especialmente
en el campo de la diabetes Trabajó en el
Hospital de la Cruz Roja de Barcelona al Servicio de Dietética, del que fue
director, y más adelante se fusionó con el Servicio de Endocrinología y
Dietética, del que fue nombrado jefe en 1981, formando equipo con Jaume Viguera
Montesinos y Lluís Vila Ballester.
Un reconocimiento a la buena labor del Servicio fue la autorización, por
parte del Servicio Catalán de la Salud, para tratar enfermos diabéticos con
bombas de insulina. Fue uno de los servicios pioneros en el que se instauró el
tratamiento del enfermo diabético con la incorporación de una educadora
dietista. Se realizaron cursos de formación para enfermeras de asistencia
primaria y formación en educación terapéutica y dietética médicos y enfermería.
Su gran interés por la dietética y la nutrición se puso de manifiesto a
finales de la década de los setenta del siglo XX, con un proyecto para crear
una escuela de dietética, que en principio no fue posible hasta que, 15 años
más adelante, con Pilar Cervera, se creó en Barcelona el Centro de Estudios
Superiores de Nutrición y Dietética (CESNID).
Su preocupación por el buen tratamiento de la diabetes y su experiencia lo
llevaron a escribir y publicar un libro titulado Los errores del diabético en
el que se recogían una serie de equívocos clásicos con la idea de ayudar tanto
al paciente como al profesional. Buen psicólogo, cuando una persona o un
paciente estaba angustiado, inquieto y preocupado, hacía lo que podía para
ayudarle.
Tenía un carácter fuerte, ideas claras y voz potente, pero a la vez
dialogante. Nunca imponía su criterio, escuchaba a todos, al adjunto, al
estudiante, a la enfermera y muchas veces se hacía lo que decía el otro. Firme
en sus órdenes y contundente con el no- cumplidor, era capaz de captar el interés
del paciente y transmitirle herramientas que le ayudaban a mejorar el
seguimiento del tratamiento y sus autocuidados.
Al margen de sus actividades en el campo profesional, fue miembro activo de
la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña y de Baleares y de la Sociedad
Catalana de Endocrinología y Nutrición, de la que fue vicepresidente
(1966-1968) y presidente (1969-1971) y vocal de la Junta de Gobierno de la
Asociación de Ciencias de la Alimentación -sección del Instituto de Estudios
Catalanes- (1980-82). Formó parte -como vicepresidente- de la Sección de
Médicos Jubilados del Colegio de Médicos de Barcelona durante los ocho años
anteriores a su muerte.
Tuvo una especial dedicación a la relación con organizaciones benéficas
sanitarias y creó una entidad llamada "Pilarsolidari" con el fin de
hacer conocer organizaciones no lucrativas que ayudaban sanitariamente
diferentes entidades del mundo. No se desanimaba nunca, a pesar de no obtener
muchas respuestas positivas a su llamada de ayuda, pero esta actitud y espíritu
de ayuda al prójimo que no abandonó hasta los últimos días de su vida, fue un
ejemplo para los amigos y conocidos.
Fue miembro del jurado del Premio de Investigación de la Universidad de
Vic, que otorgó el Premio al trabajo " La diabetes y el niño de cristal",
realizado por Roger Vidal, que añadió al título "No hay que vivir para la
diabetes, sino vivir con la diabetes."