Dermatólogo y profesor universitario de nivel internacional, tenía el don de escuchar y placer al paciente, y un trato cercano muy cálido. Desde que se conocieron, en el tren hacia la Facultad, han estado juntos él y su esposa Esperanza, con quienes han tenido cuatro hijos: Joan, Imma (y Gabriel), Cesc, y Ramon (y Alícia). El más joven es el que ha continuado su consulta de la calle Major. Sus nietos, Francisco, María y Manu; Pau y Sun, Júlia y Dani; Cesc, Rita, Sergio y Gina, lo han podido disfrutar unos cuantos años.
El Dr. Grimalt ha tenido una vida larga y rica, llena de pasiones secundarias, si contamos como pasión primera su profesión. La fotografía, la pintura, la carpintería o la vela le dieron muchas horas de gozo creativo, entre el sentido común y el arrebato. En el Cielo sea.