No es frecuente que los médicos que escriban narrativa se atrevan a desarrollar tramas argumentales de larga extensión, como en este caso. De hecho, la novela que Naya publicó en el 2009 le ha allanado el camino para realizar esta. Conoce las etapas que suceden la primera idea, el esbozo; la documentación rigurosa, indispensable en estos casos en que todo sucede en un trasfondo histórico - viajes a los escenarios y consulta de archivos -, y cómo desarrollar un argumento bien trabado, con hechos verosímiles y giros sorprendentes, como han hecho los grandes maestros de las obras de espías John Le Carré, Graham Greene y Frederick.
Acabadas la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría se gesta entre 1947 y 1949, y se extiende hasta los hechos sucedidos entre 1989 y 1991 con la caída de la URSS. Todo este período es un escenario de espías, amenazas ocultas, intrigas y suspense.
El escritor pone de manifiesto desde el primer momento un buen dominio del relato y de los recursos lingüísticos necesarios para sumergir al lector en el laberinto de escenarios y personajes reales y de ficción, que interactúan hasta no poder distinguir cuáles son los elementos verídicos de los de la tramoya.
La obra se estructura en cinco capítulos y un breve epílogo. Al final, una nota del autor expone los archivos y museos consultados, y nos hace diversas aclaraciones. Entre ellos, resalta la figura del diplomático hispano Ángel Sanz Briz, que tuvo un papel destacado en parte de los hechos reales.