La narración, como si fuera una obra de teatro, utiliza tres escenarios distintos que corresponden también a épocas distintas de Irene, la protagonista.
El primero nos sitúa brevemente en el inicio de la Guerra Civil y seguidamente en el exilio. Al regresar a Barcelona, ??Irene, una joven novicia carmelita, se siente atraída por otra. Tienen una relación afectiva superficial y muy reprimida que las aboca a la ruptura, a mediados de la década de los cuarenta del siglo pasado.
El segundo se desarrolla entre 1973 y 1979, una época diferente de su vida y también de la sociedad que le rodea. Una ahijada médica tiene una pareja femenina estable y la situación le pone en cuestión su pasado.
La tercera, a principios de los noventa, el hilo de la historia la lleva a reencontrarse con la antigua compañera de noviciado y cuando por fin acaba aceptando a sí misma, la vida le niega otra oportunidad.
Se trata de una novela que juega con el tiempo para desgranar un argumento lésbico en el que esta opción es vivida con sentimientos de culpa y marginación, mientras el mundo cambia y lo que era socialmente muy mal visto, resulta normal.