Conxita Pifarré fue la fundadora y (1965) y directora de uno de los laboratorios privados más conocidos y de referencia en materia de análisis clínicos de Cataluña, sobre todo en el campo de la hematología.
Tuvo una formación inicial muy sólida en la escuela Lestonnac que le dio una fuerte raíz religiosa que marcó toda su vida. Estudió Medicina en Barcelona y se licenció en 1959. Pronto se casó con un compañero de curso, Carles Torner y Baduell, de expediente muy brillante, que fue médico de guardia del Clínic y se dedicó a la cirugía y la traumatología, sobre todo en el ámbito privado. Tuvieron tres hijos, y el tercero, Pere, es ahora jefe de Traumatología del Hospital Clínic.
Conxita se formó en el Clínic al servicio del profesor Gibert. Consideraba que su maestro de análisis fue el doctor Ricard Roca de Vinyals, entonces uno de los especialistas de primera línea en su campo y en anatomía patológica. Trabajó en el Instituto Neurológico y en el Hospital de la Cruz Roja. Fue médico adjunto en el servicio de laboratorio de Vall d'Hebron. En 1967, por oposición, fue jefe del laboratorio del Hospital del Mar. También fue directora de investigación de los laboratorios Pevya y Hermes. Fruto de su experiencia asistencial fue su tesis: Nuevas aportaciones en el estudio de la lobularidad de los neutrofilos en diferentes situaciones patológicas (Publicaciones de la Universidad de Barcelona, ??1994).
De carácter firme, era exigente consigo misma y con sus colaboradores. En los últimos tiempos dedicó toda su atención a cuidar la enfermedad de su marido, el doctor Torner, sin apenas abandonar su lado, hasta que éste se extinguió medio año antes que ella. Fue consciente y lúcida hasta el final, rechazó el traslado final al hospital en torno a la ambulancia ya preparada. Era consciente y lúcida. Quería morir en su casa, y así fue el 28 de junio de 2022. Había vivido 88 años.