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El CoMB promueve un espacio de diálogo para el sector de la medicina privada

El Colegio ofrece a impulsar el debate entre médicos, aseguradoras, clínicas y administración para consensuar unas reglas del juego.

La actualización del nomenclátor y de los sistemas de pago son prioritarios para adecuar los honorarios a la realidad de la asistencia.

El pasado 2 de noviembre, el CoMB acogió la jornada "¿Tiene futuro la medicina privada?", Un acto que contó con la asistencia y participación de más de 200 personas, representantes de todos los agentes implicados en este sector: médicos, directivos de compañías aseguradoras y clínicas privadas y de la administración pública. Durante la sesión, se presentó la nueva Guía Profesional de Medicina Privada, una publicación del combate con información práctica y muy completa dirigida a los profesionales que ya ejercen o que quieran hacerlo en este sector.

La jornada evidenció la necesidad urgente de promover un espacio permanente de debate, que incluya también los pacientes, a fin de definir unas reglas del juego transparentes que contribuyan a construir complicidades y un proyecto de futuro para el sector de la medicina privada. Este proyecto debe ofrecer buenos resultados en términos de asistencia a los pacientes y, al mismo tiempo, debe resultar atractivo para los profesionales. En este sentido, el presidente del CoMB, Jaume Padrós, recogió la preocupación expresada por muchos de los médicos asistentes a la jornada y se comprometió a encontrar este espacio de diálogo.



En el actual contexto de guerra de precios en la venta de pólizas de salud que mantienen las compañías aseguradoras, Padrós denunció el incremento de la precariedad laboral a la sanidad privada e insistió en la necesidad de que el sector se adapte a los cambios sociales para que resulte atractivo para los profesionales más jóvenes. Padrós puso como ejemplo que el sistema aún no ha interiorizado la prioridad que cada vez más profesionales dan a las necesidades de conciliación. Por otro lado, también recordó que el envejecimiento de la población tiene y tendrá un efecto inevitable sobre el encarecimiento de los servicios sanitarios.

El doctor en Economía y vicepresidente del Círculo de Salud, Lluís Bohigas, fue el encargado de moderar la sesión y facilitó los principales datos del sector de la medicina privada, en el que trabajan más de 6.000 médicos colegiados en el combate. El 25% de los catalanes (un dos millones de personas) disponen actualmente de una póliza de seguro de salud privado. En términos económicos, esto se traduce en 1.654 millones de euros (según datos de 2016) destinados a seguros sanitarios, de los cuales 800 se dedican a servicios hospitalarios, 500 al pago de servicios médicos y 350 a la gestión de las aseguradoras. El gasto en sanidad privada aumentó, incluso en los peores años de crisis, con un incremento del 8% en el periodo 2010-2014, coincidiendo con una reducción de la financiación de la sanidad pública de un 14%.

Estos datos muestran, según Bohigas, que el sector tiene futuro, pero, tal y como recordó el doctor Pere Torner, médico traumatólogo y presidente de la Sociedad Catalana de Cirugía Traumatológica y Ortopédica, desde el punto de vista de los profesionales, hoy por hoy, "se trata de un futuro incierto".

El doctor Torner representó la voz de los médicos en esta jornada. Estos son los aspectos más relevantes de su intervención:

  • Preocupación de los profesionales por la falta de diálogo y de unas reglas del juego en el sector de la medicina privada. Hay que encontrar un espacio de diálogo en el que los médicos deben intervenir como actores, denunciando carencias, pero también haciendo propuestas y en positivo.
  • La medicina privada no puede ser sólo un negocio. Hay que pensar en los pacientes y poner en el centro la calidad asistencial.
  • La medicina privada tampoco puede ser una actividad low cost. Existe riesgo, si la tendencia actual no se corrige, que se convierta en una medicina de segunda división, donde los profesionales no sólo pierdan poder adquisitivo, sino también posibilidades de formación y de promoción. La medicina es asistencia, pero también debe ser formación continuada, docencia, investigación, innovación, gestión clínica de los recursos e inversión en tecnología. Estos aspectos, ahora mismo, son testimoniales a la medicina privada y no están incentivados.
  • Es imposible ofrecer una cobertura de calidad y con garantías con pólizas a 30 euros mensuales. Los pacientes no conocen el detalle de las coberturas y los médicos acaban pagando el coste real de la asistencia, con pérdida de retribuciones y dificultades en la práctica asistencial, por ejemplo, a la hora de solicitar pruebas y proponer tratamientos.
  • Es urgente actualizar el nomenclátor y adecuarlo a la evolución de los actos médicos a fin de ganar eficiencia y ajustar los honorarios profesionales que se establezcan entre los médico si las entidades aseguradoras. Las sociedades científicas tienen un papel clave a la hora de asesorar al Colegio en este tema.

El Dr. Antoni Paredes, director de la Zona Noreste de SegurCaixa-ADESLAS, admitió que hay que evolucionar hacia un modelo que resulte "satisfactorio" para los profesionales. En representación del sector asegurador, Paredes reconoció que actualmente se puede hablar de guerra de precios, pero limitada al sector de las pólizas privadas colectivas (38% de los asegurados), que es altamente competitivo y está experimentando un gran crecimiento. En este ámbito han irrumpido en los últimos años compañías aseguradoras que nunca antes habían operado en el sector de la salud. Según Paredes, la media de precio de una póliza privada individual se encuentra actualmente en 70 euros por persona y mes, mientras que el precio de una colectiva es de 50 euros. Paredes afirmó que la situación económica de España y la buena calidad del sistema público de salud impiden, hoy por hoy, establecer tarifas más elevadas.

Por su parte, el director territorial del Grupo QUIRÓNSALUD de Cataluña y Aragón, Germán Barraqueta, destacó que el porcentaje de catalanes con seguro privado de salud está por encima de la media de otros países, pero apuntó que un aumento del precio de las primas podría suponer perder asegurados y pasar de los dos millones actuales a 1,3 millones. "Con menos pacientes, puede que no podríamos hacer las mismas inversiones en tecnología ni garantizar los mismos resultados", afirmó. Barraqueta se mostró optimista con respecto al futuro del sector, ya que "ha aguantado muy bien, incluso, en los años de recesión". Destacó la consolidación de un perfil de paciente "cada vez más informado y exigente" como aspecto clave que obliga a apostar por la calidad y por utilizar indicadores que midan resultados objetivos de salud y la experiencia del paciente a la hora de establecer precios.

Por último, el director general de la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO), Marc Realp, ofreció la fotografía de cuál es la correlación de fuerzas del sector. Por un lado, el mercado está altamente concentrado en cuanto a las aseguradoras, con cinco compañías que tienen el 65% de la cuota de mercado, y también a las clínicas. Por otro, se encuentra el colectivo de los médicos, que está "muy atomizado". Por Realp, esta circunstancia es un problema importante, que obliga a los profesionales a buscar márgenes de mejora en términos de costes. "Una opción es plantear si el modelo de consulta única para médico es sostenible", apuntó. El director general de la ACCO recordar a los profesionales, que "cualquier recomendación colectiva de precios está prohibida por ley, en todos los ámbitos y sectores", ya que se considera habría "riesgo de homogeneizar el sector" y que se impediría a los usuarios diferenciar servicios en función de la calidad.

Como conclusiones más relevantes de la jornada, desde el punto de vista de los profesionales, habría que avanzar, de manera prioritaria, en los siguientes aspectos:

  • Necesidad de actualizar el nomenclátor, incorporando nuevas prácticas y procedimientos de acuerdo con los nuevos avances.
  • Aplicar nuevos criterios y sistemas retributivos.
  • Mejora de la coordinación de los procesos asistenciales (una manera de hacerlo sería, por ejemplo, poniendo en marcha la historia clínica compartida, con el paciente como depositario).

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