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El CCMC recuerda que el Código de Deontología también es de obligado cumplimiento en las redes sociales

Los Colegios de Médicos catalanes elaboran un decálogo con recomendaciones básicas para el uso de las redes sociales por parte de los profesionales 

 
Los diez puntos apelan a la responsabilidad de los médicos para hacer compatibles los derechos a la información y de expresión en temas profesionales, médicos o de salud con los derechos a la intimidad y confidencialidad del paciente  
 
El Consejo de Colegios de Médicos de Catalunya (CCMC) ha elaborado un decálogo con recomendaciones básicas para el uso de las redes sociales dirigido a los profesionales. Los diez puntos se incluyen en el documento  “Recomendaciones sobre el uso de información médica y el ejecicio de libertad de expresión en las redes sociales”
 
En el actual contexto, en que estos canales de comunicación son ámpliamente utilizados por la población en genera y por profesionales de todo tipo, incluidos los médicos, el CCMC considera necesario recordar los límites que afectan a la comunicación cuando esta sale del ámbito estricto de la relación médico-paciente o de la relación entre compañeros para alcanzar una dimensión pública. "Los médicos no pueden obviar nunca su condición y, por lo tanto, también cuando utilizan las redes sociales están obligados a observar y cumplir las normas del Código de Deontología”, recuerda el vicepresidente del CCMC y presidente del Colegio de Médicos de Barcelona (CoMB), Jaume Padrós. 
 
El decálogo elaborado por el CCMC si inspira en el principio que la primera lealtad del médico es hacia la persona que atiende. En este sentido, los derechos al honor , la intimidad y a la propia imagen de terceras personas también han de primar por encima del derecho de libertad de expresión y de información de los profesionales cuando estos hacen uso de las redes sociales. El incumplimiento de la obligación de respetar la confidencialidad de la información sobre el paciente y de mantener el secreto profesional puede ser constitutivo de un delito que puede comportar pena de prisión o inhabilitación para el ejercicio (excepto en casos concretos previstos legalmente). 
 
El CCMC también alerta de que la inmediatez y la viralidad de los contenidos que se emiten a través de las redes puede incrementar el riesgo de vulneración de algunas normas incluidas en el Código de Deontología y magnificar sus consecuencias. Por este motivo, la presidenta de la sección de e-salud del CoMB, Mireia Sans, insiste en que "cualquier información que emitan los profesionales a través de las redes sociales debe ser verídica, de calidad y rigurosa". También se recomienda especial prudencia a la hora de expresar o dirimir discrepancias que puedan afectar el prestigio de compañeros o instituciones o bien generar desconfianza y alarma entre la población. El CCMC recuerda que existen otros canales de comunicación más adecuados para este tipo de mensajes.
 
Según la última encuesta del CoMB sobre uso de las redes sociales entre sus colegiados , el 61% de los médicos utilizan alguna o más de una de manera habitual. La más utilizada es Facebook (56%), seguida de Twitter (29%), Linkedin (25%) e Instagram (15%).   
 
Decálogo de recomendaciones para el uso de redes sociales:
  1. En el entorno digital en general y en las redes sociales en particular son igualmente válidos los principios de la ética y la deontología médica, así como las leyes que regulan la comunicación. La responsabilidad que se deriva de un acto médico presencial es igual que la que se deriva de los contenidos que se difunden en las redes sociales
  2. La información en los medios sociales debe ser clara, verídica, ponderada, comprensible, de calidad y fiable. Además, debe tener un objetivo claro en beneficio de la salud.
  3. Lo que se publica a través de cualquier medio debe garantizar la privacidad y la confidencialidad de la información relacionada con los pacientes (ya sea texto como imágenes). Hay que asegurarse de que ningún paciente podrá ser nunca identificado.
  4. A pesar de tener la autorización del paciente para revelar su identidad, no es obligatorio hacerlo.
  5. Hay que evitar dar consejos directos a pacientes a través de las redes. La información que se difunde no es equiparable a una consulta médica y, por tanto, sólo debería ser divulgativa, informativa y de carácter general.
  6. Hay que evitar comentarios que puedan afectar negativamente el prestigio de la profesión médica.
  7. Hay que tener en cuenta que las críticas a una institución sanitaria, aunque puedan ser legítimas, pueden perjudicar también las personas que son tratadas y confían.
  8. Las discrepancias entre médicos no se deben dirimir en el espacio público ni pueden comportar el desprestigio público de un compañero o compañera de profesión.
  9. En las redes sociales, hay que ser prudente con la publicación de contenidos, tanto en ámbitos profesionales como personales.
  10. Hay que tener presente que, para los pacientes en particular y para la sociedad en general, un médico nunca deja de serlo.
 
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