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Nota informativa del COMB: caso de difteria en Catalunya

La Junta del Colegio de Médicos de Barcelona quiere recordar a todos los médicos que siempre han de ejercer su labor atendiendo a la Buena Praxis, en este caso, en relación a la indicación de las vacunas sistemáticas. 

El COMB también remarca firmemente a los ciudadanos y a los medios de comunicación la importancia de seguir las recomendaciones de expertos de la comunidad médica y científica sobre la vacunación, medida de probada eficacia y seguridad. 

Ante cualquier duda recomendamos que consulten a su médico. 

Nota técnica

Desde 1987 no se registraba ningún caso de difteria en España (desde 1983, ningún caso en Catalunya). La difteria es una enfermedad producida por una bacteria (Corynebacterium diphteriae), transmisible de persona en persona por las secreciones respiratorias, tos y estornudos (distancia corta, inferior a 1 metro), aunque también se puede transmitir por objetos contaminantes (muy poco frecuente). 

El período de incubación es de 2 a 7 días. Por cada caso se estiman que se pueden producir unos 6-7 posibles contagios. La sospecha diagnóstica es clínica y la confirmación es microbiológica. La sintomatología habitual es dolor en la faringe, fiebre y mal estar general. Hay muchos casos asintomáticos. 

La bacteria fabrica una toxina potente que puede provocar la aparición de membranas muy espesas y que sangran con facilidad, que pueden provocar dificultad respiratoria y problemas cardíacos y neurológicos. 

La vacuna no protege contra la infección, pero sí contra los efectos de la toxina. Por eso se llama toxoide. La eficacia clínica es del 95-97%. La protección dura unos 10 años y por eso es necesario hacer revacunaciones periódicas. 

El tratamiento se basa en la administración de antibióticos para eliminar la bacteria y en antitoxina diftérica para neutralizar los efectos nocivos de la toxina. Aún así, la mortalidad es del 10%. 

La vacuna está incluida dentro del calendario de vacunas sistemáticas (3 dosis inicales y 3 dosis más antes de los 14-16 años: total 6 dosis). Después se recomienda revacunar a los 40 y a los 65 años y en personas con alto riesgo, cada 10 años. 

Los niveles de vacunación en la población infantil española y aquí en Catalunya son altos (>90%) hecho que condiciona la existencia de inmunidad de grupo (los vacunados protegen indirectamente a los no vacunados) y permite un buen control de la enfermedad. 

¿Por qué se ha presentado este caso aquí y ahora?

  • En otros países del mundo hay casos de difteria (algunos casos en Rusia y en algunos países del este de Europa - unos 20 cassos por año- y en especial en Pakistan y Nepal). 
  • Existen portadores asintomáticos (que pueden durar hasta 6 meses). 
  • Un viajero proveniente de una zona con casos de difteria puede ser portador asintomático. Hasta un caso leve o asintomático puede llegar a Catalunya y producir algún contagio. 
  • La inmunidad de grupo sólo resulta útil si los individuos no vacunados se distribuyen al azar entre la población. Si hay "bolsas" de población no vacunada que se agrupan geográficamente (por ejemplo una comunidad contraria a la vacunación) la circulación de la bacteria es factible y pueden aparecer casos secundarios. 
  • Los adultos no revacunados pueden perder la inmunidad. Se estima en un 30% esta población, que sería, por tanto, algo más susceptible. 

Ante un caso, las medidas de control habituales incluyen: 

  • Aislamiento del paciente. 
  • Estudio de los posibles contactos. Los contactos cercanos han de recibir la profilaxis con antibiótico y la vacunación o revacunación en cada caso concreto. 
  • Estudio de portadores, con el fin de conocer la posible fuente de infección. 

La difteria es una enfermedad de declaración obligatoria y urgente. 

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